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El lugar de la mujer

Publicado el 07/03/2018 en Noticias UCC

Vivimos tiempos complejos y quienes rondamos el medio siglo de existencia, hemos sido testigos de profundos cambios culturales y sociales. Actualmente presenciamos -con gran preocupación- el surgimiento o resurgimiento de extremas formas de violencias social respecto de las mujeres, manifestadas desde insultos (como “feminazi”) hasta asesinatos por motivos de género  (“femicidios”) y debates sociales respecto del lugar que debemos o tenemos que ocupar en la sociedad.

Lo más llamativo  son las múltiples voces y la ausencia de consenso colectivo respecto de los significados de las  luchas y logros que las mujeres hemos realizado: participación en el mundo educativo más equitativa, presencia en el mundo laboral -casi exclusivamente masculino hasta no hace mucho, al menos para la historia-  y un desprendimiento de la “naturaleza femenina” de nuestras potenciales decisiones existenciales. Nada menos que el tránsito de ser objetos  a sujetos sociales por derecho propio, en su dimensión jurídica más rápidamente que en la simbólica y en las prácticas cotidianas. Los propios debates actuales en torno a la legalización o no del “aborto”, nos atraviesa como mujeres y como sociedad toda, en nuestros cuerpos plurales y como cuerpo colectivo.

Imposible no sentirse afectada,  como estudiosa y docente universitaria, por estas circunstancias y eventos sociales tan próximos. ¿Por qué son posibles estos tipos de violencias hoy? ¿De dónde proceden estas mentalidades colectivas que sustentan argumentos contrapuestos y contradictorios entre sí? ¿Hubo consensos sobre estas temáticas en algún momento histórico? ¿Cómo se han justificado las formas de la violencia desde los discursos sociales? ¿De qué hablamos cuando pensamos en “desigualdades” sociales? ¿Qué ha sucedido en el campo educativo?  Porque las preguntas sobre el pasado, nos las hacemos quienes estamos protagonizando el presente.

Un debate actual con origen remoto

Desde las cátedras de la Universidad Católica de Córdoba (UCC), diseñamos en consecuencia,  una estrategia de formación para recientes y futuros egresados en Ciencias de la Educación, que se interrogue sobre las raíces profundas de estos debates en torno a las desigualdades entre los sexos, o los géneros -según quién  escriba y desde dónde se interrogue- a lo largo de nuestra historia, en un aspecto que consideramos vital: la educación.

El móvil de nuestra indagación se encuentra en la actualidad (“toda historia es historia contemporánea” Marc Bloch) y buscamos reconocer algunos signos que indiquen el origen de una diferenciación que parece haber dado a las mujeres un lugar social subordinado, cuando menos. Atravesamiento histórico presente en nuestras vidas y también en nuestras decisiones existenciales como sujetos sociales. Desde esta preocupación, pensamos en un abordaje histórico que se interrogue cómo se pensó que debía ser la educación de las mujeres, retrocediendo a los orígenes de nuestra cultura “occidental” y “cristiana”. La invitación fue realizada desde las cátedras, como parte del proceso para pensar estrategias de enseñanza[i]. 

El proyecto propone explorar sobre la educación, la condición  social y el lugar simbólico de la mujer desde la Edad Media. Articulando enfoques histórico, antropológico y sociológico, se indagan los discursos masculinos sobre las mujeres provenientes fundamentalmente de hombres de la iglesia y sus sugerencias respecto de las mujeres, su “naturaleza” y como debía ser educada. Son propias de la Edad Media,  justificaciones doctrinales de la inferioridad de la mujer que adoptan la forma de los lenguajes religiosos, pero que abrevan en las fuentes del pensamiento filosófico antiguo.  Se fundamenta así la necesidad de la “sujeción” y el “silencio” de la mujer en referencias bíblicas  (“estarás bajo la potestad de tu marido y él te dominará”,  Génesis) y en Aristóteles (“la fuerza del uno estriba en el mando y la de la otra en la sumisión”).

Al profundizar en el Renacimiento europeo y el pensamiento de los Humanistas[ii] (en búsqueda de las transformaciones que ese período trajo al pensamiento y el arte europeo) encontramos muchas continuidades en torno al rol social de las mujeres, con algunas excepciones que van rompiendo los patrones preexistentes, siempre dentro de las clases dirigentes.  Humanistas como Erasmo no ven limitación para estudiar por ser mujer, pero el modelo educativo es fuertemente patriarcal y conservador: se educa para ser esposa y madre. En el siglo XVII hubo damas que escribían y asistían a academias literarias y a salones nobiliarios donde eran juezas observadas de una manera burlona por algunos autores masculinos de la época como Quevedo, Lope de Vega y Tirso de Molina, Castiglione o Molière.

Por otra parte, al revisar el pensamiento de los Ilustrados, del siglo de las luces, en búsqueda de más cambios culturales, lo sorprendente fue hallar discursos masculinos, fuertemente críticos de la religión y de la Iglesia, que reforzaban la idea de desigualdad entre los sexos, ya no desde el discurso de la doctrina cristiana  sino desde las “leyes de la naturaleza”.  La inglesa Mary Wollstonecraft (1792) afirma al respecto la educación que han recibido las mujeres tradicionalmente se ha dirigido a fomentar su inferioridad y a convertirlas en objeto de deseo del hombre potenciando sus valores estéticos y superficiales por encima de los morales o intelectuales.

Por supuesto, crece el número de excepciones -de mujeres que ahora escriben- y muchas de ellas pagan muy caro dicha diferenciación del resto de sus congéneres. El caso de la francesa Olympe de Gouges es llamativo ya que publicó en 1791 una Declaración de los derechos de la mujer y la ciudadana en cuyo último párrafo, afirma "Mujer, despierta, el rebato de la razón se hace oír en todo el universo; reconoce tus derechos. El potente imperio de la naturaleza ha dejado de estar rodeado de prejuicios, fanatismo, superstición y mentiras. La antorcha de la verdad ha disipado todas las nubes de la necedad y la usurpación. El hombre esclavo ha redoblado sus fuerzas y ha necesitado apelar a las tuyas para romper sus cadenas. Pero una vez en libertad, ha sido injusto con su compañera. ¡Oh, mujeres! ¡Mujeres! ¿Cuándo dejareis de estar ciegas? ¿Qué ventajas habéis obtenido de la revolución? Un desprecio más marcado, un desdén más visible. […] Cualesquiera sean los obstáculos que os opongan, podéis superarlos, os basta con desearlo […]"

En 1793, la autora fue conducida a la guillotina durante el proceso de la Revolución Francesa con pocos días de diferencia que la reina María Antonieta y que Madame Roland. Un año después se prohíben los clubes y sociedades populares de mujeres.

Quienes llevamos años apasionados por la exploración histórica sabemos que los procesos de cambio no son lineales y que no corresponde ver en el proceso histórico una continuidad de “mejoras” hacia el futuro. Hay circularidades, procesos contradictorios, excepciones a las reglas sociales y culturales de cada época que vuelven el lienzo del tiempo algo mucho más rico que un eje cronológico.  Reconocernos partícipes de los procesos que hunden sus raíces en la historia y sin embargo nos habitan, es el mayor desafío contemporáneo. Valga este relato como invitación a explorar la producción textual de nuestros egresados y ponerlos en tensión con las prácticas sociales y los debates actuales.

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[i] Los Trabajos Finales de Licenciatura de José Pasero, Paula Larcher  y Helena Wolo, se encuentran disponibles en la biblioteca de la UCC, sede Trejo.

[ii] En este momento, el Licenciado en Historia Marcos Lucarelli (adscripto), se encuentra en proceso exploratorio y de elaboración de su proyecto de trabajo final en torno a la temática durante el Barroco, tanto en el ámbito europeo como el americano.


Por Andrea Arnoletto, docente de las cátedras de Historia Social de la Educación, Historia de la Educación Latinoamericana y Argentina, Sociología de la Educación y Metodología de la Investigación Educativa II
(UCC); Licenciada en Ciencias de la Educación (UCC); Maestranda en Antropología (UNC); y Maestranda en Investigación Educativa (UCC). 

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