Oftalmólogo de animales

Marcelo Calle se graduó de la primera camada de veterinarios de la Católica, se dedica a la oftalmología animal, es docente de nuestra Facultad de Ciencias Agropecuarias y presidente del Colegio Médico Veterinario de la Provincia de Córdoba. En esta nota, nos cuenta algo de su experiencia.

¿Cómo te decidiste a estudiar esta carrera?

Desde muy chico me gustaban el campo y los animales. En el 93, cuando terminé el secundario ya sabía que quería ser médico veterinario pero las opciones que tenía eran en Río IV, Esperanza o La Plata. La cuestión es que mi familia vivía de la venta ambulante de diarios y yo era parte del negocio familiar, así que ir a estudiar a otro lado no era una opción. Intentaron disuadirme para que elija otra carrera, pero yo estaba convencido. Un día mi papa vino con la noticia de que abrían la carrera en la Católica, eso fue en el 95 y fui uno de los primeros en anotarme.

Entre los que organizaron la carrera estaba Tati Boeto que hoy es Secretaria de Ganadería de la Provincia y con quien hoy trabajo conjuntamente.

Fui de la primera promoción y estaba feliz porque siempre me gustó el campo y la Católica estaba especializada en eso. Luego le fui agarrando el gusto a pequeños animales y más tarde me especialicé en la oftalmología veterinaria.

Hará seis años más o menos me acerqué al Colegio y el año pasado me postulé como presidente y me eligieron.

¿Qué podrías decir de esta carrera a alguien que está por tomar la decisión de estudiar?

Para empezar, considero que es muy importante estar convencido de que te gusta lo que vas a hacer porque esto es el motor y lo que te impulsa a seguir. Tenés que tener un horizonte fijo y una meta. Para esta carrera te tiene que gustar la biología y tener contacto con los animales. El campo de acción es amplio y, como en toda profesión, a medida que vas avanzando, te das cuenta que tenés que especializarte. La medicina veterinaria ha crecido muchísimo a nivel mundial y eso implica tomar un rumbo específico y bien direccionado.

En mi caso, la oftalmología me dió la posibilidad de ver animales de todo tipo, incluso los no tradicionales; y puedo atender desde perros y loros hasta caballos, leones y tigres. Hay colegas que se dedican a producción; reproducción; laboratorio; perros; gatos; caballos o vacas. Se va transformando en algo similar a la medicina donde los profesionales se especializan en un campo y no saben de todo.

Hay estudiantes que desde el principio tienen claro qué quieren hacer, pero por lo general es algo que vas decidiendo durante el cursado de la carrera, en función de las materias que cursás y te interesan más que otras.

¿Qué te llevas de tu paso por la UCC?

Yo no soy muy objetivo porque soy fanático de la Católica. En mi caso soy evangélico y siempre sentí que hubo un respeto muy grande hacia mis creencias. Además, mucho seguimiento de cada estudiante y, sobre todo, contención. Me identifico mucho con la ayuda social que brinda. Hay un convencimiento de que uno se recibe para ayudar a los demás.